jueves, septiembre 11, 2008

Lluvia de millones para promotores de miserias y de ladrillos



Buen ejemplo de política social. Dar créditos multimillonarios a un eslabón de la cadena que más ha explotado a la nación y se ha ensañado con los mileuristas, haciendo sombra a los millones de esclavos importados por dos duros. Mientras a estos les embargan sus viviendas, sin que el ocupa del Gobierno, se acuerde de ellos. Esto se suma al generoso reparto de millones de dólares, por diversos países iberoamericanos y al muy sospechoso silencio de las sanguijuelas afines.

Ni uno solo de los que estuvieron rellenando escaño en el hemiciclo del Congreso, mencionó, se preocupó, pidió o formuló soluciones para los que desde hace cerca de un año sufren las tarascadas de la falta de recursos propiciados por la falta de Gobierno, de Estado y de Oposición, en España. Todos tiran de la raquítica sardina para su capazo, como en los tiempos en que era un jugoso 'emperador', en una clara inercia de la Tinellcracia que nos ha 'regido' cuatro años, suplantando al Gobierno y al Estado, totalmente de espaldas al interés general de la nación que les paga y a la que tienen que servir.

Está claro que facilitar o flexibilizar los créditos hipotecarios a los mileuristas, no revierte en beneficios metálicos a la mayoría de sectores corporativos, ni favorece la misteriosa financiación de los partidos, en su habitual y ostentosa buena salud y que es presumible que eluda la crisis. Cada uno aplica los paños calientes, donde más le duele. Acabada la posibilidad de hincar el diente, para la corrupción municipal y autonómica y mafias mundiales, dado el parón del ladrillo, pues se puentean y a dar vidilla con los residuos de las glorias de antaño.



Austeridad dice el lumbreras mayor, justo despues de las clamorosas subidas de sueldo por todo el mapa político nacional, de una de las plantillas de mayor densidad del mundo, de funcionario o vividor por habitante, hasta no sé cuantos millones de 'servidores y empleados' públicos, organismos asociados o colaboradores, subcontratas para que hagan lo poco que se hace, y alrededores. Palabras huecas en boca de estafadores y embusteros, resonaban por el Congreso, llenando de desesperanza a los millones de ciudadanos hastiados de los insultos a su inteligencia, de sus crímenes impunes contra una nación sobreexplotada en calidad de esclava, que padece miseria para mantener la opulencia de sus miserables delincuentes y verdugos. Dudo que hubiera ayer más honradez en el Hemiciclo que en Alcalá Meco.



La cosa es mantener fuera del alcance del hambre a sus promotores . A los promotores de las 'políticas sociales' de miseria española especial para españoles, no de los promotores del ladrillo, que esos sabemos por donde van y han ido, aunque se utilice la 'injuria' contra reflexiones sobre más de cuatro cosas con visos de verdades. Espero que algún día salgan a la luz, pero de momento sospecho que esos tres mil millones de euros, del contribuyente, no tienen el destino de paliar a los necesitados de ellos, pero sí saldrán de su 'costillar'. De los que pierden sus viviendas, como todos hemos perdido nuestros derechos democráticos, en la imposición, por la fuerza de la fuerza, del deber de pagarlos. Nunca tuve la sensación de estar observando un nido de buitres, como la impresión que me causó el Hemiciclo de ayer, donde solo imaginaba pajarracos de muy mal agüero, disputándose los despojos de una nación muerta bajo sus garras.

Pero así fueron siempre las tiranías feudales, desde el más primitivo medievo. Así las padecen aquellos pueblos que se dejan violar sus derechos y con ellos su dignidad, incapaces de zafarse del crimen de estado, por todos los medios por los que sus derechos les legitiman.



Con Z y Rajoy, nuestra democracia ha muerto. Han vivido en el lomo de una economía artificial, sabiendo que lo era y sabiendo que les costaría la ruina a millones de españoles. Pero les importó un bledo. Siempre les importó un bledo España y los españoles. Nuestra Constitución ha muerto. Nuestra soberanía pisoteada. Nuestra nación ha sido destruida. Nuestro estado reducido a la nada. Nuestros derechos convertidos en mercancía de la anarquía de mercado y del mercado de votos. Nuestra legalidad y sistema judicial, hechos unos zorros. Los tiranos acantonados en los escombros de su expolio y destrucción, compitiendo con nazis, mafias y asesinos, disputándose los restos de nuestros bienes nacionales. Encima tienen la osadía y la desfachatez, de cobrarnos sus lujos y despilfarros "democráticos" ... y encima se los pagamos...

¿Qué somos? ¿En qué nos hemos convertido?